Un lugar feliz.
Siempre nos hemos preguntado si en realidad existe un lugar feliz, mejor dicho, si la felicidad absoluta existe.
¿Cómo voy a ser feliz
si allá afuera hay personas que quieren todo lo contrario para mí?
Bueno, la respuesta es
más sencilla de lo que parece. Debes amarte. No, no es narcisismo, ni
egolatría, ni tampoco egoísmo, es amor propio, auto aceptación, autoestima, es
conocer lo que vales y, por ende, lo que mereces.
No eres menos que
nadie, ni más que nadie, eres tú. No significa que seas perfecto, significa que
puedes ver tus errores y mejorar, sin cambiar tu esencia. Y si bien sabemos que
hay lugares cuyo estilo es diferente y es determinado, un colegio, trabajo, etc.
Pero que te adaptes a una forma de vestir, no significa que estés cambiando tu
rasgo, tu estilo, o tu personalidad, hay que saber diferenciar.
¿Cómo voy a amarme si
allá afuera hay una sociedad tan diferente?
No necesitas ser
aceptado para que te quieran, porque si tienes que ser aprobado para que te
amen, no te merecen. Y, probablemente muchas personas se alejen de ti por esta
manera de pensar, pero, si alguien te deja por ser quién eres, es porque nunca
estuvo contigo sino con la persona que quería que fueras.
Y, la mayoría de veces,
nuestra excusa es “el amor todo lo puede” o “hay que luchar por el amor”. No me
refiero solo al amor romántico, esto incluye al amor amistoso, al amor
familiar. Porque cualquier persona puede hacerte daño, con acciones o con un
comentario, pero esto no respalda el hecho de que te hieran. Esto no es
negociable, si me haces daño, agarro mi maleta y me voy.
¿Por qué? Porque a esa
persona no le cuesta nada herirte, pero a ti te cuesta mucho, vale tu amor
propio, tu autoestima, tu confianza, tu querer. Cuando
pierdes la dignidad frente a alguien que amas, cuando te hieren
intencionalmente y sigues amando a esa persona, créeme que nada de eso es amor.
El amor jamás duele, ni daña, ni tiene que ver con manipulaciones, engaños y
humillaciones. Huye de esa persona, y empieza a valorarte, a mimarte y a
cuidarte, porque si no, ese es el "amor" que tú crees merecer:
angustia, dolor, sufrimiento, pérdida de autoestima.
Y no, eso no es lo que mereces.
¿Cómo pretendes querer a alguien si no quieres a quién está
contigo cada segundo? Que eres tú. Antes de amar a una persona, debes amarte a
ti, es sencillo de comprender.
Si no te quieres, nadie va a quererte.
Si no crees en ti, nadie lo hará.
Si no te valoras, nadie va a conocer tu valor.
Es cierto, la autoimagen se ve afectada por la comparación,
por los prototipos, lo que dice la sociedad. Porque inconscientemente nos han
inculcado pensamientos perfeccionistas, “si no eres así, no podrás hacer esto”.
Entonces llega el punto en el que hay un tipo específico de belleza, y claro,
uno puede hacer cualquier cosa por encajar.
Pero, hagas lo que hagas, pienses lo que pienses, siempre
van a ver algo malo en ti y no dudarán en decírtelo. La única persona que puede
valorar, amar, apreciar cada detalle de ti, por mínimo que sea, eres tú.
Tú debes aprender a mirarte al espejo y ver lo mejor de ti,
y tus defectos también cuentan como uno, ya que estos te hacen quién eres.
Imagínate, si todos fuésemos perfectos ¿Cómo podríamos diferenciarnos?
Así que, todo se remonta en tu manera de ver la vida, eres
bello si te sientes bello, eres amado si te amas. Tú eres el inicio, eres el
responsable de encontrar un lugar feliz, amándote.
Comentarios
Publicar un comentario